Ecologistas en contra la construcción de planta taiwanesa de microchips en E.U.
14 de mayo 2024
La construcción en Arizona de una planta taiwanesa de microchips forma parte de la estrategia de EE.UU. para proteger su futuro económico y tecnológico, pero preocupa a los ambientalistas por la gran cantidad de agua que requiere su funcionamiento en un estado azotado por una fuerte sequía y las altas temperaturas.
Los ecologistas han mostrado su preocupación ante el impacto al agua que tendrá para Arizona la multimillonaria inversión del gobierno estadounidense de Joe Biden y el gigante de los microchips Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para este fin.
Los chips que producirá TSMC serán esenciales para sustentar el avance de la inteligencia artificial (IA), así como de tecnología existente, desde computadoras y teléfonos inteligentes hasta simples televisores.
Sin embargo, la producción de los semiconductores es una industria que requiere el uso de miles de litros de agua diarios para su sistema de enfriamiento y que podría afectar seriamente a un estado donde el agua es cada vez más difícil de conseguir, según el grupo ambientalista Sierra Club.
“Nuestra principal preocupación de plantas y proyectos como este es que se están estableciendo muy cerca de áreas metropolitanas como la ciudad de Phoenix, donde inclusive ya se han puesto restricciones sobre desarrollos urbanos debido a la escasez de agua”, Sandy Bahr, directora de Sierra Club en el área del Parque Nacional de Gran Cañón, en Arizona.
En abril pasado, el Gobierno Biden anunció una subvención de hasta 6 mil 600 millones de dólares para TSMC para establecer en este estado una de un total de tres plantas de producción, mientras que la empresa prometió una inversión adicional de 25 mil millones de dólares para el proyecto.
La construcción de varias plantas de semiconductores en el país responde a un plan a largo plazo para proteger el futuro económico y tecnológico del país, Yogging Wang, profesora de Economía en el Colegio de Finanzas Eller de la Universidad de Arizona.
“Ante la latente posibilidad de un posible conflicto bélico entre China y Taiwán, donde China podría tomar el control de las plantas de TSMC, esto podría poner en jaque la economía de Estados Unidos y del mundo’, manifiesta la experta.